¿Has conseguido una Motivación Interna extraordinariamente fuerte y brillante pero has vuelto a fallar en tus hábitos?
En el anterior episodio de la miniserie «Hábitos Diamante» me había quedado completamente confundido y hundido porque después de dar con la clave mi poder para cumplir con mis hábitos (la motivación interna), volví a abandonarlos pasado un tiempo ¿lo recuerdas?
Si ya es frustrante ser incapaz de iniciar o mantener un hábito, perder un hábito que ya tenemos interiorizado, es dolorosísimo. Es como cuando te roban algo que te ha costado muchísimo conseguir. Bueno, en realidad ¡sí que te han robado! Y encima es de esos de los ni te enteras. Como los robos Lupin. Entran en tu casa, ¡Zas!, ¡Zas!, y a la mañana siguiente te despiertas y tus brillantes Hábitos Diamante han desaparecido. Y es que construir unos hábitos duros y brillantes como un diamante, es importante, pero protegerlos de los robos… ¡Es vital! Así que desenmascaremos de una vez por todas a estos maestros del robo ¿Te parece? Ya lo siento Lupin, me caes genial, pero ¡vamos a por tí!
Los 10 de Ladrones de tus Hábitos
Clarificar cuál es la motivación interna que nos mueve, es clave para que un hábito tenga mayor probabilidad de éxito como ya has aprendido hoy, sin embargo, con estos peligrosos asesinos dando vueltas por tu vida, da por hecho que se van a cargar cualquier intento de iniciar y mantener un hábito. Aquí te los presento para que los conozcas y puedas aprender a protegerte de ellos.
1. Falta de planificación
Lo siento mucho, pero sin un plan claro, y a la medida de tu persona y tu vida personal y profesional (sí, meto mi cuña de The MasterPlan) es fácil fallar.
Ejemplo: Quieres mejorar tu condición física porque valoras tu salud, pero no has diseñado un plan de ejercicios específico ni has establecido horarios. Así, lo más fácil es que otros compromisos o la pereza se metan en medio ¿verdad?
2. Expectativas irrealisas
A veces, tus expectativas sobre el proceso y los resultados de un nuevo hábito son poco realistas. Muchas veces porque la publicidad y la literatura nos venden cambios rápidos y duraderos, casi milagrosos. Y cuando fallan, caes en la desmotivación porque no obtienes los resultados esperados.
Ejemplo: Te propones aprender a tocar el piano porque te apasiona y un famoso youtuber vende un método rápido e infalible, que promete resultados en un mes. Pero el avance es más lento del esperado, con más dificultades de las estimadas, y te empiezas a desinflar…hasta que abandonas.
3. Obstáculos externos
Los desafíos externos, como la falta de tiempo, recursos o un entorno que no apoya tu nuevo hábito, pueden impedir el progreso, incluso si tienes una fuerte motivación interna. Sin una buena previsión de los recursos y el entorno que necesitarás (tiempo, energía física y mental, organización, etc.), es muy fácil abandonar.
Ejemplo: Quieres leer más porque te encanta aprender, pero tu entorno es todo ruido, apenas tienes tiempo libre, y cuando por fin te pones a leer, te cuesta concentrarte.
4. Autoexigencia y perfeccionismo
Ser excesivamente exigente contigo mismo y buscar la perfección puede llevar a la parálisis por análisis y a la incapacidad de mantener el hábito debido a la constante insatisfacción que sientes con tus progresos, porque nunca te parecen suficientes.
Ejemplo: Quieres mejorar en la escritura creativa porque disfrutas expresarte, pero te sientes frustrado porque tus escritos no son perfectos, lo que te lleva a abandonar la práctica.
5. Fatiga y estrés
El cansancio y el estrés drenan tu energía y motivación, haciendo que te sea difícil mantener hábitos positivos, incluso si estás totalmente motivada.
Ejemplo: Te apasiona la fotografía y quieres practicar todos los días, pero el estrés laboral te deja agotada y sin ganas de salir a tomar fotos.
6. Falta de refuerzo y apoyo social
Sin el refuerzo positivo y el apoyo de los demás, puede ser difícil mantener la motivación a largo plazo. La retroalimentación y el reconocimiento son importantes para mantener el impulso.
Ejemplo: Estás motivado para comer más saludable, pero tu familia y amigos no te apoyan o incluso se burlan de tus esfuerzos, lo que te desanima.
7. Hábitos contradictorios
A veces, intentas establecer un nuevo hábito que entra en conflicto con otro hábito ya establecido. Estos conflictos pueden dificultar la integración del nuevo hábito en tu vida diaria.
Ejemplo: Quieres acostarte temprano porque sabes que es la principal fuente de tu energía diaria, pero también tienes el hábito de ver series hasta tarde. La competencia entre estos hábitos puede llevarte a fallar en mantener el nuevo horario.
8. Falta de flexibilidad
La rigidez en la implementación de un hábito puede llevar al fracaso cuando se enfrentan situaciones imprevistas o cambios en la rutina. Por eso insisto mucho a las personas con las que trabajo, que la flexibilidad es clave para adaptar el hábito a las diferentes circunstancias en las que se verán envueltos. Eso sí, flexibles ¡pero no ‘abandonantes’!
Ejemplo: Te chifla hacer ejercicio por la mañana temprano, pero cuando tienes un día viaje de trabajo y no puedes hacerlo, en lugar de buscar otra hora para ejercitarte, simplemente dejas de hacerlo por completo.
9. Autoconocimiento insuficiente
A veces, pensamos que estamos motivados internamente, pero en realidad no hemos explorado profundamente nuestros verdaderos deseos y valores. Esta falta de autoconocimiento puede llevarte a la desconexión y a la falta de compromiso real con el hábito.
Ejemplo: Crees que te motiva correr porque te gusta la idea de estar en forma, pero en realidad no disfrutas corriendo y prefieres otras actividades físicas. Esta desconexión puede llevar a que abandones el hábito
10. Distracciones y procrastinación
Las distracciones y la tendencia a procrastinar interfieren netamente con la práctica constante de un nuevo hábito, incluso si estamos motivados internamente.
Ejemplo: Quieres dedicar tiempo a aprender a tocar el piano porque te apasiona de verdad, pero constantemente te distraes con las redes sociales, la televisión o el vuelo de una mosca.
Un ejemplo para facilitarte el camino en la mejora de la efectividad de tus hábitos 😉
¿Te suena alguno de estos ladrones de tu motivación interna y de tus hábitos? Pues ahora que te los he recordado o los has conocido, solo tienes que planificar cómo los vas a tratar de mantener fuera de tu vida. Para que así, antes de cultivar tu motivación interna y comenzar un hábito diamante, puedas tener muchas más probabilidades de éxito en tus metas.
En el ejemplo personal de mi periplo como futuro guitarrista estrella del rock (Keith Richards ya nos ha dejado claro que las edad no es limitante ¿vale?), después de hallar mi motivación interna, y volver a fallar al tiempo, fue clave identificar los 3 ladrones que me estaban robando mi hábito. En mi caso he sufrido mucho por mi autoexigencia y perfeccionismo (me quitaba tiempo y sobre todo, me llegaba a paralizar y sobre todo, me hacía sentir mal conmigo mismo), la fatiga y el estrés general en mi vida me dejaba sin energía y alegría, y cuando me ponía a practicar con la guitarra, me distraía con mucha facilidad con mi gran pasión musical, que es cantar. Centrarme en estos tres ladrones me trajo muchas muchas alegrías, y sobre todo, no volver a fallar en mi hábito de practicar y acudir a las clases de guitarra eléctrica. Lo mejor de todo, es que también, me sirvió para darme cuenta que había otras parcelas de mi vida personal y profesional que se veían afectadas por la falta de motivación interna, y por los ladrones del tiempo. Y es que, cuando empiezas a analizarte, es increíble la cantidad de cosas que descubres de ti mismo. Así es como se promueve el crecimiento personal y profesional que tanto buscamos 🙂
En resumen…
Y esta ha sido mi fórmula personal. Más que probada conmigo mismo y las personas a las que acompaño en su crecimiento profesional y personal como mentor. Te he compartido sus dos ingredientes «mágicos»: la motivación interna y la protección ante ladrones de hábitos. Pero… (sí, siempre hay un pero) … No hay cambio sin acción. Clarificar y fortalecer tu motivación interna, y protegerte de los ladrones de hábitos, requiere auto-reflexión, introspección y entrenamiento ¿Y cómo lo puedes hacer? Con los maravillosos quereres (es como llamo a los ejercicios que mando «para casa» a las personas que confían en mi ayuda) que te compartiré en el tercer y último episodio de «Hábitos Diamantes»
Y hasta aquí el episodio de hoy. Me encanta escuchar tus experiencias y avances. Así que si tienes alguna pregunta o quieres compartir cómo te ha ido o algún recurso que nos ayude, no dudes en dejarme un comentario abajo. Además, si prefieres una conversación más directa, puedes enviarme un correo electrónico a hola@pablocastillo.es o contactarme a través de mis redes sociales en LinkedIn e Instagram.
¡Nos vemos en el próximo episodio!